Carta abierta a clientes
Estimados amigos:
Una vez que se han adoptado las medidas dirigidas a preservar la salud de las personas, es el momento de hacer lo propio con la salud de las empresas.
Aunque estamos en contacto permanente con muchos de vosotros, nos ha parecido oportuno compartir en un documento abierto las recomendaciones generales que os hemos transmitido para hacer frente a la incertidumbre económica asociada a la declaración del estado de alarma.
El primer mensaje que queremos transmitiros es de tranquilidad y confianza.
Como en toda situación de incertidumbre, a corto plazo se incrementa la volatilidad de los indicadores financieros pero, después de 40 años dedicados a recuperar el valor de las empresas, tenemos claro que de todas las crisis se sale.
La crisis económica de 2008-2012 sirvió para “vacunar” al sistema financiero de modo que las autoridades económicas cuentan con las herramientas para hacer frente a la situación y evitar que las dificultes temporales de algunos sectores —hostelería y turismo— se contagien de manera abrupta al resto de la economía.
Mientras se anuncian las medidas concretas —previsiblemente dirigidas a flexibilizar las plantillas, aplazar el pago de impuestos y acceder a líneas de liquidez— puede ser de ayuda seguir las recomendaciones que siempre formulamos para hacer frente a una situación de dificultades financieras y que sintetizamos en la página siguiente.
Mientras tanto, nuestro equipo está plenamente operativo y a tu disposición —trabajando desde casa— para adaptar las recomendaciones generales a la situación específica de tu empresa.
Francisco Prada Gayoso
Pautas generales para afrontar una situación temporal de iliquidez
Configurar un equipo de especialistas
Los equipos pequeños aportan agilidad cuando centralizan las decisiones pero deben cubrir las áreas de finanzas, legal y comunicación.
Monitorizar las constantes vitales de la empresa
Preparar una previsión de tesorería para los próximos 90 días contemplando un escenario adverso y actualizarlo semanalmente.
Actualizar los estados financieros.
Establecer prioridades para los suministros críticos.
Generar alternativas de actuación ante un escenario pesimista
Confeccionar un listado de medidas de reestructuración que se puedan implantar de forma inmediata si la situación lo requiere.
Explorar vías de colaboración con clientes y proveedores
Mantener una comunicación constante con clientes y proveedores buscando soluciones cooperativas